La saga creada por James Cameron se prepara para regresar a los cines en diciembre con su tercera entrega. Tras el éxito arrasador de la primera película en 2009 y la secuela que reabrió la conversación sobre el poder de la experiencia en salas, la nueva producción promete expandir el universo de Pandora y mantener a Avatar como uno de los proyectos cinematográficos más ambiciosos de la historia.
Cuando Avatar se estrenó en diciembre de 2009, el impacto fue inmediato. Dirigida por James Cameron, la película logró cifras históricas: recaudó más de 2,9 mil millones de dólares en taquilla mundial, posicionándose como la película de mayores ingresos en aquel momento.
En Estados Unidos obtuvo más de 785 millones de dólares en taquilla doméstica. El presupuesto original se estima en unos 237 millones de dólares, aunque las cifras exactas varían entre fuentes. Aquel valor de producción no consideraba los costos de distribución y marketing, que expandieron la inversión total.
Ese éxito no vino solo por el efecto visual: Avatar ofreció un mundo nuevo (Pandora), criaturas fantásticas, un mensaje ecológico y una experiencia en 3D que durante años fue un referente técnico. Además, logró permanecer semanas en cartelera, atraer reestrenos, aprovechar formatos IMAX y mantener presencia mediática.
Con ese impulso, Cameron planeó una saga: hoy la franquicia incluye tres películas estrenadas, y planes para al menos cinco entregas.
La segunda película: Avatar: The Way of Water
Después de años de espera llegó Avatar: The Way of Water en diciembre de 2022. Fue el regreso al cine de una franquicia que debía demostrar que el mundo de Pandora seguía siendo relevante.
La recaudación global superó los 2 mil millones de dólares; concretamente, alcanzó unos 2,320 millones en todo el mundo. En el mercado estadounidense su taquilla doméstica fue de 684,075,767 dólares. Internacionalmente sumó alrededor de 1,636,174,514 dólares.
Esa cifra la posiciona como la tercera película más taquillera de la historia hasta ahora, y como la secuela más lucrativa tras Avatar mismo.
En términos de costos y beneficio fue una operación ambiciosa: The Way of Water costó aproximadamente 350 millones de dólares en producción. Según estimaciones, generó utilidades netas que rondarían los 531,7 millones de dólares después de cubrir los costos, tomando en cuenta también ingresos secundarios, licencias y otros elementos.
Ese rendimiento permitió asegurar que la franquicia continuara, y demostró que el público seguía dispuesto a invertir tiempo y dinero en Pandora.
Narrativamente, The Way of Water expandió el universo: introdujo a los Metkayina, una tribu Na’vi acuática, con culturas marinas y adaptaciones visuales llamativas. Presentó conflictos humanos persistentes, y exploró la idea de la familia, la herencia, el duelo y la relación entre humanos y Na’vi.
Una segunda película que no solo creció en escala, sino que profundizó en personajes que antes eran más simbólicos, lo que permitió abrir nuevos frentes narrativos para la tercera entrega.
¿Qué traerá Avatar: Fire and Ash?
La tercera película, Avatar: Fire and Ash, tiene fecha de estreno oficial para el 19 de diciembre de 2025. Desde su anuncio ha sufrido múltiples retrasos por la complejidad de los efectos visuales, escritura y producción.
En cuanto al guion, Fire and Ash introducirá un nuevo clan Na’vi llamado los Ash People o “Pueblo de Ceniza”, que habitan zonas volcánicas de Pandora. Su líder es Varang, interpretada por Oona Chaplin. También vuelve el antagonista Miles Quaritch, quien continúa la persecución de la familia Sully.
El tráiler muestra conflictos internos y externos: la muerte de Neteyam (hijo de Jake y Neytiri) pesa en la familia Sully, hay crisis de identidad, alianzas y se sugiere una fractura dentro del mundo Na’vi. También se revela una escena inédita donde un humano (Spider) conecta físicamente con una criatura de Pandora usando enlaces tradicionales Na’vi, algo hasta ahora exclusivo de los Na’vi.
Se espera que su duración sea superior a los 3 horas. Cameron ha dicho que el corte inicial de Fire and Ash, Avatar 4 y Avatar 5 tendría unas 9 horas totales, sugiriendo que cada filme podría rondar ese límite alto.
En el aspecto técnico, el film también se exhibirá en Dolby Vision, como lo indica su ficha oficial.
El elenco incluye rostros recurrentes: Sam Worthington (Jake Sully), Zoe Saldaña (Neytiri), Stephen Lang(Quaritch), Sigourney Weaver, Kate Winslet, entre otros.
El impacto en el cine y las expectativas
La saga Avatar ya tiene en su haber cifras que la hacen referencia obligada en debates sobre cine espectacular, franquicias visuales y modelos de recaudación.
El primer Avatar rompió récords globales, y The Way of Water reafirmó la fortaleza del universo oscuro azul comparado con otras franquicias.
Se espera que Fire and Ash no sea solo otra secuela, sino un punto de inflexión. Muchos analistas proyectan que podría superar los ingresos de The Way of Water, especialmente si su estreno logra captar mercados emergentes fuertes como China. (El mercado chino fue clave para la segunda película.)
Los retrasos han elevado expectativas —cada aplazamiento ha sido interpretado como un perfeccionamiento visual adicional— pero también generan presión: el público espera un “mejor que antes”.
La estrategia de reestreno 3D y promoción adelantada sugiere que Disney y los estudios detrás buscan revivir la atención del público antes del lanzamiento. Esa técnica de marketing busca que quienes perdieron la segunda entrega en cine sientan ganas de ponerse al día y acudir al estreno grande.
El género cinematográfico se sigue preguntando si Avatar logrará mantener su nivel de innovación visual, narrativa y emocional frente a la competencia (ciencia ficción, universos extendidos, efectos generados por IA). Fire and Ash será casi un barómetro para medir si el cine espectacular sigue teniendo espacio en salas frente al streaming.

Este diciembre de 2025, Avatar: Fire and Ash no será solo un estreno más: será la prueba de fuego para una de las sagas más costosas, ambiciosas y queridas del cine moderno. Con su mirada en lo visual, lo narrativo y lo emocional, el film llega con pesos sobre sus hombros: mantener el legado, superar expectativas, expandir Pandora sin perder su identidad.
La historia comenzó hace más de una década con un salto audaz hacia otro mundo; continuó con el regreso del público a Pandora en The Way of Water. Ahora, Fire and Ash debe ser el puente que lleve esa mitología hacia nuevos territorios, sin traicionar lo que la hizo grande. Si lo logra, no solo triunfará en taquilla, sino que reafirmará que el cine, cuando se arriesga con visión, sigue siendo capaz de asombrar y emocionar.